RUI FERREIRA /
El Nuevo Herald
WEST PALM BEACH
El hermoso espectáculo de una pareja de picos de espátula levantando vuelo majestuosamente desde un árbol a orillas del río Kissimee para perderse en el horizonte de los
Everglades, hizo que Steve Lawrence no pudiera ocultar su entusiasmo.
(foto: RF)
''Es la primera vez que los vemos en mucho tiempo'', dijo el joven científico refiriéndose a las aves color de coral.
En este caso, ''mucho tiempo'' es alrededor de medio siglo, cuando un plan federal de encausamiento de aguas resultó en un drenaje casi total de los Everglades, hasta el punto de reducirlos a la mitad. A causa de ese plan, la fauna fue la primera en irse y la flora comenzó a desaparecer. Una zona árida y seca empezó a surgir.
Por eso, el descubrimiento de la pareja de aves, explicó Lawrence, significa que los animales están volviendo a los Everglades. Lawrence tomó de inmediato su radio de onda corta e informó el hallazgo a colegas.
(foto: RF)
Paul A. Warner, otro científico que junto con Lawrence llevó hace unos días a los reporteros de
El Nuevo Herald en un recorrido en bote por el río Kissimee, explicó cómo el plan de retención de aguas lanzado a fines del siglo pasado con ayuda del gobierno federal es también un gran proyecto científico, además de incrementar la capacidad hidráulica del sur de la Florida.
''Diría incluso que es el mayor [proyecto] que se ha hecho, porque no sólo hemos comenzado la recuperación de nuestras aguas, su almacenamiento y su conservación, sino que también para ello hemos desviado los cauces de ríos y riachuelos, devolviendo el ecosistema lo más posible a su estado original'', dijo Warner, quien tiene a su cargo los trabajos de recuperación del ecosistema del mayor parque natural de la nación.
Es difícil que los Everglades vuelvan a ser lo que eran en los años 20 del siglo pasado, cuando ocupaban casi el 80 por ciento de la superficie del sur de la Florida, pero la mitad a la cual quedarán reducidos y protegidos pudiera ser suficiente para garantizar las necesidades de agua de los centros urbanos, la agricultura, la flora y la fauna de la región.
(foto: RF)
''Todos los días se van al mar alrededor de 2,000 millones de galones de agua limpia que pudiéramos y deberíamos retener'', informó Arlan Pankow, supervisor de operaciones de ingeniería del centro de control del Distrito de Administración de Aguas del Sur de la Florida, situado en West Palm Beach.
Mientras Pankow explica con un mapa las diferentes compuertas que controlan el flujo de aguas en la región, detrás de él dos meteorólogos, dos ingenieros y dos técnicos vigilan constantemente en las pantallas de computadoras el nivel de las aguas en el distrito.
''Con apretar un solo botón, ellos pueden controlar la apertura automática de la compuertas o el arranque de las bombas de agua. Así podemos cambiar las aguas de un embalse a otro. Si llueve en una zona, el embalse se llena, y si sigue lloviendo, cambiamos las aguas a otro lado y se vuelve a llenar'', explicó.
Los especialistas dicen que la creación de los nuevos embalses es importante, porque también permite evitar las inundaciones, o al menos paliarlas.
(foto: RF)
''Miremos el
condado Miami-Dade. Allí tenemos la ciudad de
Sweetwater, un verdadero dolor de cabeza para sus residentes cada vez que hay un huracán o muchas lluvias'', dijo el especialista Ronald Mierau. ''Hemos construido el embalse C-4, en el que almacenamos las aguas excedentes, para soltarlas después de la tormenta'', agregó. ''No evita totalmente las inundaciones, pero las disminuye. Es imposible evitarlas totalmente allí'', precisó Mierau.
El plan de restauración, que las autoridades llaman ''integrador'' porque en él participan varias agencias federales, tiene desde el 2000 un presupuesto de $8,400 millones.
Incluye secar unas 240 millas de canales, crear embalses en una superficie de 180,000 acres y dos minas de piedra, construir unos 300 molinos subterráneos para almacenar el agua 1,000 pies bajo tierra, y preparar 42,000 acres de terrenos para retener y filtrar aguas residuales recuperadas de los centros urbanos que terminarán depositadas en los Everglades.
El reportero volando (foto: Roberto Koltun)
''La idea es elevar la calidad de las aguas con la filtración. Desde el 1994, más de 1,100 toneladas de contaminantes fueron filtradas en cuatro embalses especializados'', dijo el ingeniero principal de administración de aguas, Gary Goforth.
El programa incluye $750 millones para adquirir tierras. ''El grueso del dinero del presupuesto va a las compras de tierras'', dijo el especialista.
(foto: RF)
''Debo decir que estamos un pocos frustrados con el paso lento de este proceso, por la burocracia gubernamental. A veces es difícil entender cómo hemos explorado áreas revolucionarias en este terreno que nos permiten almacenar aguas en sitios claves que nos quitan una presión enorme [al momento de repartirlas en caso de una urgencia por sequía, por ejemplo'', dijo
Nick J. Gutiérrez, director del
Distrito de Administración de Aguas del Sur de la Florida.
Gutiérrez no niega que ha habido tensión con los ambientalistas, quienes a veces ``quieren los lagos y los ríos a bajos niveles para no ahogar los crustáceos en las riberas''.
Pero ''esto hay que verlo como un todo, tenemos que equilibrar la necesidad de agua en un estado que recibe unos 10,000 habitantes por día y nuestro sistema ecológico. Creo que los ambientalistas han comenzado a entenderlo y los Everglades se están recuperando lentamente, pero sin retrocesos'', acotó el director del distrito.
Los tecnicos del Everglades conducen al reportero por el rio Kissimee. (foto: Roberto Koltun)>
No tan rápido, advierten los ambientalistas. En enero, el Sierra Club le retiró el apoyo al plan de los $8,400 millones bajo el argumento de que es un gran subsidio a los agricultores y urbanizadores.
''Los gobiernos federal y estatal han abandonado el plan, ¿por qué participar en él?'', dijo Frank Jackalone, del Sierra Club en el sur de la Florida.
La gran crítica de los ambientalistas está en que, según ellos, el gobernador de la Florida, el republicano Jeb Bush, ha firmado una ley que retrasa una década el plazo para descontaminar el flujo de aguas que entra a los Everglades, crítica que el senador demócrata Bob Graham rechaza.
(foto: RF)
''La idea de desmantelarlo [el plan] para intentar una estrategia diferente de una viabilidad dudosa, es un serio error'', dijo.
Gutiérrez cree que tanto los ambientalistas como los urbanizadores se han dado cuenta de que el plan es factible, no tiene retroceso y está encaminado al éxito.
''Han comprendido que es mejor unir fuerzas. Las áreas urbanas no pueden ampliarse a los Everglades; eso es terreno cerrado y protegido. Ni pensarlo. Por eso creo que parte del compromiso [de trabajar juntos] provocó una tregua en el litigio con el fin de asegurar fuentes de agua para el futuro y el retorno de la naturaleza a sus cauces en los Everglades'', añadió Gutiérrez.
(C) 2004 El Nuevo Herald