31 dezembro 1998

Ante la visita del Papa a Cuba:

Católicos esperanzados, comunistas desorientados

RUI FERREIRA / Especial para El Nuevo Herald

La Habana — La próxima visita del papa Juan Pablo II ha desorientado a los más ortodoxos comunistas, a la vez que ha suscitado en muchos católicos desmesuradas expectativas de cambio político.

"Sinceramente, amigo, es muy difícil de entender esto'', dijo José Miyares, viejo miembro del Partido Comunista.

Para Miyares, es incomprensible que las máximas autoridades no hayan explicado a los militantes las razones de esta visita papal, del 21 al 25 de enero.

"¡Este Papa acabó con la Unión Soviética, el país que nos dio de comer!'', casi gritó.

Para la jerarquía católica también hay muchas cosas que explicar. El sábado pasado, en la Iglesia de Santa Rita, en el barrio de Miramar, el cardenal Jaime Ortega Alamino había instado a los 3,000 jóvenes participantes del II Encuentro Diocesano Juvenil a que le preguntaran lo que quisieran.

Un joven quiso saber si vislumbraba algún cambio social con la visita. Se hizo un silencio en la enorme nave de la Iglesia, cortado únicamente por el zumbido de los abanicos de papel, pero Ortega no titubeó: "¡No!''

Y acto seguido amplió: "Una visita de un Papa produce siempre un cambio profundo, pero en este caso será en el corazón de los cubanos, en el ordenamiento de sus pensamientos''.

Enseguida, Ortega dijo que ya era muy tarde y clausuró el evento.

Posiblemente Ortega no hizo más que reflejar la prudencia que ha caracterizado las declaraciones de la jerarquía eclesiástica en estos días previos a la visita.

Desde que la Iglesia ha empezado a distribuir entre los feligreses miles de carteles con la imagen de Juan Pablo II, muchos como Miyares han empezado a descubrir que están rodeados de católicos por todas partes.

"Siete vecinos míos han puesto el dichoso cartelito en la puerta de sus casas'', afirmó Miyares arqueando las cejas. El edificio tiene 18 apartamentos.

Los católicos no ocultan su satisfacción. Si la visita papal no ha servido para propagar la fe, al menos la ha tornado accesible a todos.

"En estos momentos aquí se lee más la Biblia que en España'', dijo el monje capuchino Felipe Tijerino.

Para él todavía no está clara la razón que llevó a las autoridades a propiciar una apertura hacia la Iglesia, pero indicó que la dolarización de la economía se "ha traducido en una mayor libertad de culto, que no significa necesariamente libertad religiosa''.

"El aumento en la asistencia a las misas empezó a producirse al mismo tiempo que la apertura económica hacia el capital privado'', dijo. "Muchos de los que van a misa lo hacen por simple curiosidad, ni siquiera saben lo que es''.

Aun así, para muchos católicos la conquista más importante en esta etapa previa a la visita fue la decisión gubernamental de autorizar la celebración de la Navidad y declarar feriado nacional el 25 de diciembre.

"No fue una sorpresa, puesto que el Santo Padre lo había pedido a las autoridades, pero no deja de ser impactante'', dijo un sacerdote que no quiso ser identificado.

Para el profesor de historia de las religiones de la Universidad de La Habana, Enrique López Oliva, independientemente de la decisión gubernamental de declarar el feriado y "oficializar'' la Navidad, la visita del Papa es importante porque se ha transformado "en una especie de extensión de la Navidad, al permitir un reencuentro de la familia cubana''.

Por eso, López Oliva criticó la suspensión del crucero de peregrinos que había organizado la Arquidiócesis de Miami.

"Se trata de un pecado de soberbia y un gran error político'', dijo. "La oposición de algunos grupos en Miami lo que hace es brindar armas al gobierno cubano, al dar a entender que la intransigencia está en Miami y que es donde no se quiere la reconciliación''.

En la calle, el incidente aparentemente pasó inadvertido. Varios transeúntes se rieron al ser consultados sobre el tema.

"¿Crucero? Pero dónde piensan poner el barco si los muelles se están cayendo'', dijo un joven que no quiso identificarse.

Pero la publicación del mensaje de Juan Pablo II a los cubanos en las páginas del diario Granma y su lectura por la televisión, acompañada de imágenes del Vaticano y el Pontífice, parecen haber causado un fuerte impacto.

Ese día, Granma sólo pudo ser conseguido en el mercado negro. Hubo quien pagó hasta $10 por un ejemplar cuyo precio es 20 centavos de peso. Varias personas dijeron que guardarían el diario "para siempre''.

Ortega no podía ocultar su entusiasmo por la publicación.

"Me produce un gozo particular'', comentó. "¿Quién se imaginaria algún día ver al Santo Padre en la televisión y sus palabras en el periódico?''

Por el momento, se van conociendo más detalles de la visita. En la Plaza de la Revolución, donde dará su última misa en la isla, ya ha empezado la construcción del estrado: una enorme armazón metálica en forma de pirámide delante de la Biblioteca Nacional, en el costado este de la plaza.

Al oeste de la plaza será construida otra tarima para un coro gigante de 420 voces, compuesto mayormente por jóvenes católicos. Otros 600 jóvenes están encargados por la Iglesia de mantener el orden durante el acto.

En diciembre, Ortega hizo un viaje relámpago a Canadá, donde gestionó el sistema sonoro para la misa, ya que no existe uno apropiado en Cuba. El sistema de sonido tradicional sirve solamente para discursos y la misa precisa de uno mucho más complejo.

Según Ortega, "es tremenda la responsabilidad que tiene esta Iglesia para el futuro inmediato''. Varios obispos han comunicado ya a sus feligreses que una vez terminada la visita, empezará una campaña de evangelización.

"Vamos a aprovechar mientras la cosa está caliente'', dijo un sacerdote, que no quiso ser identificado.

A su lado, en el portal de la Iglesia de San Agustín, Samuel Martínez Sosa, empleado de comercio y monaguillo de fines de semana, sentenció:

"El Papa tiene que venir a Cuba porque es el país donde de verdad se concretan milagros. ¡Aquí la población vive de milagro!''

ACLARACION:

El periodista Rui Ferreira acaba de regresar de un viaje de 12 días a Cuba. Al final de su visado turístico, otorgado como ciudadano portugués, las autoridades cubanas se negaron a extender su estancia con el pretexto de que es corresponsal de El Nuevo Herald.


El Nuevo Herald - 3 de enero de 1998
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El disidente Gutiérrez Menoyo denuncia la industria anticastrista en Isla Margarita

Rui Ferreira / Especial para El Nuevo Herald

El opositor cubano Eloy Gutiérrez Menoyo, líder de Cambio Cubano, envió una carta a los mandatarios reunidos en la VII Cumbre Iberoamericana, en la cual los instó a presionar tanto a Cuba como a Estados Unidos a dar pasos que pongan fin, entre otras cosas, a la `industria anticastrista'. "No es débil esta Cumbre de la Isla de Margarita. Ella tiene la fuerza y la representatividad necesaria para estimular a Washington y La Habana en la dirección correcta', dice la declaración. "Que los Estados Unidos entiendan que es hora de cancelar contubernios con elementos interesados de una oposición que en realidad se benefician del lucrativo negocio de lo que se ha vuelto una industria anticastrista', dice la declaración firmada por el ex preso político, quien viajó a Margarita para entregarla.

Se trata de `acelerar un proceso de democrati-zación dentro de la revolución' que `significaría comprender las realidades históricas y ubicar a Cuba de manera atinada dentro del marco geopolítico del milenio que se avecina', dice Gutiérrez Menoyo. El documento, distribuido como un `mensaje de la oposición indepen-diente cubana a los mandatarios iberoamericanos', es un recuento de Cambio Cubano sobre la vida política de la isla en los últimos años.

"En 1995, luego de nuestro encuentro en La Habana con el presidente Fidel Castro, el segmento progresista, pacífico e independiente de la oposición que representamos inició un dialogo con el gobierno del que se desprendía una diáfana voluntad de entendimiento entre ambas partes', escribió Gutiérrez Menoyo. Incluso, agrega la nota, `sin temer el costo político que pagaba al reunirse con un adversario, Fidel Castro nos alentaba a desarrollar confianza en una reunión matizada de generosidad, en un encomiable esfuerzo por superar la crisis del país sin asomo de escozor personal y sin estancarnos en viejas diferencias'.

El exiliado cubano estuvo preso en Cuba durante 22 años después que desembarcó en las costas de la isla a mediados de los años 1960, con la idea de combatir el régimen de Castro.

Según la misiva, Cambio Cubano tenia la intención de encontrar una solución dentro de la propia revolución, que incluyera la búsqueda de nuevos esquemas políticos `sin perder la soberanía nacional'. Durante su encuentro con Castro en 1995, Gutiérrez Menoyo solicitó la apertura en la isla de una oficina de su organización. No ha obtenido respuesta hasta hoy. `A decir verdad, el gobierno cubano no se movió en la dirección de los cambios políticos con toda celeridad que considerábamos oportuna', lo cual en su opinión, se debe a presiones de sectores `duros', que `pretextando el desafío y el acoso externo, pudieron haber prevalecido ante la incógnita política que suponía el que se otorgara el permiso a funcionar desde una oficina en La Habana a nuestra organización'.

En el texto, Gutiérrez Menoyo acusa a `factores de la oposición vinculados a ciertos círculos de Washington', de hacerlo fracasar sus empeños al `revivir desde el exterior viejas posiciones y fórmulas de confrontación, disfrazadas ahora como vías pacificas', al mismo tiempo que comenzaron a captar elementos dentro de Cuba, al mismo tiempo que los estimulaban a desarrollar actividades de provocación y desestabilización del gobierno cubano.

El líder político enfatizó que después de la aprobación de la Ley Helms Burton, el gobierno estadounidense empezó a financiar grupos opositores dentro de la isla, lo cual terminó enturbiando su independencia al proveerles desde el exterior `ciertas herramientas (pensiones, materiales de propaganda, publicitación) dentro de la estrategia de la confrontación'. Cambio Cubano, dice el documento, `ha sostenido su posición de independencia y una clara ética en favor de cubanizar al máximo a los factoress de la oposición en la isla' La declaración, distribuida entre las 17 delegaciones asistentes al cónclave de Margarita el fin de semana, sostiene que `es hora de hacer esfuerzos en favor de una solución pacífica para el problema cubano".

El Nuevo Herald 11 de Noviembre de 1997

Comentario de Clinton preocupa a Nuccio

RUI FERREIRA / Especial para El Nuevo Herald

El ex asesor presidencial de Estados Unidos para asuntos cubanos Richard Nuccio manifestó el sábado en Miami su extrañeza por los recientes elogios que el presidente Bill Clinton dirigió al gobernante cubano Fidel Castro y a las políticas sociales de su régimen.

"Se trata de algo que es, por lo menos, preocupante'', dijo Nuccio, durante el último día de sesiones del sexto taller anual para periodistas y editores, organizado por el Latin American and Caribbean Center de la Universidad Internacional de la Florida (FIU).

Clinton dijo esta semana que comprendía el deseo del gobierno cubano de mantener su sistema de atención médica y su compromiso con la alfabetización total de la población, lo cual es "encomiable y digno de elogios''.

Aunque el Presidente dijo que no aceptaría jamás las características antidemocráticas del gobierno cubano, aseguró creer que "todos los norteamericanos quisieran una reconciliación con Cuba, por los lazos de sangre que tiene en este país y por la proximidad'' geográfica.

Según Nuccio, Clinton se dejó arrebatar la iniciativa en las relaciones con la isla, tras la aprobación, hace dos años, de la Ley Helms-Burton, que refuerza el embargo comercial estadounidense a la isla.

"La gente puede tener una idea equivocada al respecto cuando ve al Presidente tomar posiciones como ésta'', opinó.

Nuccio también responsabilizó a la Ley Helms-Burton del reconocimiento que La Habana ha estado recibiendo en los últimos meses, evidenciado con el establecimiento de relaciones diplomáticas con varios países, la visita del primer ministro canadiense a la isla y la apertura comercial con Europa y América Latina.

El ex funcionario dijo sentirse decepcionado por la forma en que "los canadienses organizaron la visita'' de Jean Chrétien a la isla la semana pasada.

"Lo lógico sería que se lograra una aproximación conjunta hacia Cuba'', indicó.

"Aparentemente, tanto Canadá como México han decidido seguir su propio camino, y Estados Unidos se ha quedado fuera'', explicó.

En la última jornada del taller se analizó también la situación de la libertad de prensa en el continente.

El editor de The Miami Herald, David Lawrence, dijo a los asistentes que Cuba es, desafortunadamente, el único país de América Latina donde esos derechos no son respetados.

Lawrence lamentó también que la prensa estadounidense aún no retrata a la región latinoamericana en toda su magnitud.

"Nos falta mucho por hacer en este sentido'', dijo.

El Nuevo Herald 10 de mayo de 1998

(C)El Nuevo Herald 1998