08 novembro 2005

En guerra contra el fraude de contratistas

RUI FERREIRA / El Nuevo Herald

En tiempos de necesidad, pululan los pillos. Esta fue la alerta lanzada ayer por las autoridades del sur de la Florida preocupadas por los fraudes entre los residentes que necesitan hacer arreglos en sus casas tras Wilma y el surgimiento de contratistas inescrupulosos que se aprovechan de las necesidades de las personas.

''Que quede claro, no vamos a tolerar fraudes por parte de contratistas. Todo el mundo aquí tiene el compromiso de perseguir a esa gente y lo vamos hacer'', dijo la fiscal estatal para el sur de la Florida, Katherine Fernández Rundle, rodeada por el alcalde de Miami, Manny Díaz, y los principales responsables de un grupo de agencias locales, tanto policiales como de supervisión de viviendas, quienes ayer declararon la guerra a los contratistas inescrupulosos.

Fernández Rundle recordó que tras el paso del huracán Andrew, en 1992, las autoridades detectaron un gran número de fraudes en las reconstrucciones, centenares de personas fueron engañadas por contratistas inescrupulosos, quienes muchas veces cobraron el dinero de los seguros pero no efectuaron las obras necesarias en los inmuebles.

''Esta vez, aunque las consecuencias fueron menores, nada que se parezca a esa fuerza destructiva categoría 5 que fue Andrew, es de prever que muchos charlatanes vengan al sur de la Florida e intenten engañar a las personas'', dijo la fiscal estatal.

Para contrarrestar eso, las autoridades han creado un grupo de trabajo, coordinado por la Fiscalía e integrada por elementos de todas las agencias que lidian con la reconstrucción ciudadana, al cual los ciudadanos pueden acudir cuando tengan dudas sobre los contratistas que necesiten para reparar sus propiedades.

El anuncio surge 24 horas después que el gobernador de la Florida, Jeb Bush, dio permiso para que contratistas de otros estados puedan operar en la Florida en la reconstrucción de los danos que dejaron los huracanes aunque no estén licenciados para hacerlo en la Florida.

La decisión del gobernador chocó con el rechazo inmediato de funcionarios de los condados Miami-Dade y Broward, quienes dijeron que no permitirán que contratistas de otros estados trabajen en sus áreas.

''Opinamos que en el condado hay ya un número suficiente de contratistas con licencia para llevar a cabo la tarea que hay por delante'', indicó Jennifer Messemer, la portavoz de la oficina que supervisa el cumplimiento de los códigos de construcción en Miami-Dade.

Ayer, Fernández Rundle dijo que se trata de un tema ''delicado'' que debe ser abordado con ``precaución''.

''Sé que el gobernador ha ordenado eso, pero a decir verdad tengo opiniones encontradas sobre ese asunto'', dijo la fiscal estatal.

Por lo pronto, las autoridades han creado el número de teléfono (305) 547-0724 al cual las personas pueden llamar cuando tengan dudas sobre el contratista que viene a reparar su vivienda. Y han dado las siguientes recomendaciones para evitar engaños:

• Antes de firmar un contrato, asegúrese de tener el nombre, el número de licencia y la dirección del contratista.

• Pida y reciba un estimado detallado de la obra por escrito.

• Escriba los detalles de la obra que van a hacer, qué tipo de materiales y de qué calidad se van a usar, qué garantías le dará el contratista en relación a la durabilidad de la reparación y verifique si hay o no subcontratistas involucrados en el trabajo.

• Jamás endorse un cheque de una compañía de seguros a un contratista. Lo recomendable en este caso es depositar el cheque en su banco y irle pagando según la obra va progresando.

• Lea y guarde copias de todos los documentos relacionados con la obra.

• Obtenga una declaración jurada del contratista diciendo que todos los materiales y los subcontratistas han sido pagados.

07 novembro 2005

AGENDA DE MIAMI

• La emisora WQBA 1140, Noticias 23, Univision.com y El Nuevo Herald presentan el taller periodístico Huracán Wilma: La comunidad en busca de respuestas. Participan los periodistas María Elvira Salazar, Rui Ferreira, Bernadette Pardo, Oscar Haza, Daniel Torres y Víctor García. Miércoles 9, de 6 p.m. a 8 p.m., Teatro Manuel Artime, 900 SW 1 St. (305) 594 7615.

• El South Florida Work Force está ofreciendo trabajo en las tareas de reconstrucción, para realizar desde arreglos de casas, hasta la entrega de alimentos para ancianos necesitados. Llamar al (305) 594 7615.

• La organización Food for Florida está buscando voluntarios que hablen español para ayudar a quienes necesitan estampillas de comida (food stamps). Contactar a la coordinadora de voluntarios comunitarios, Teresa Zepeda, al (305) 377-7526, (305) 318-0050 y (305) 377-7573.

• La organización hondureña Francisco Morazán y el Club de Leones Miami-Honduras realizan una campaña de recolección de comida, juguetes y vestuario para los damnificados de Wilma en el parque de casas móviles Colonial. Los aportes deben llevarse a sus oficinas, en 43 NW 27 Av. (305) 643-5840.

• El Instituto Cultural René Ariza entrega el Premio René Ariza 2005 al doctor José A. Escarpanter, por su contribución al enriquecimiento del teatro cubano. Viernes 11, 6:30 p.m. Biblioteca Otto Richter, Universidad de Miami, 1300 Memorial Dr., Coral Gables. (305) 284-4900.

Hombre encausado por vender generadores a triple del precio

RUI FERREIRA / El Nuevo Herald

Un hombre de Miami Beach ha sido encausado en una demanda civil ante un tribunal estatal por presuntamente aprovecharse de las necesidades de electricidad de los víctimas del huracán Wilma y venderles generadores a casi el triple del precio.

Según la declaración jurada entregada a los tribunales ayer, el 27 de octubre un individuo llamado David Medina fue descubierto vendiendo generadores a sobreprecio, en la esquina de Coral Way y la avenida 87, por inspectores de la oficina del Secretario de Justicia del Estado de la Florida, Charlie Crist.

Por ello, Crist decidió entablarle una demanda civil.

Ayer, el funcionario estatal indicó en una conferencia de prensa con la fiscal federal para el sur de la Florida, Katherine Fernández Rundle, que Medina ''especuló'' con la venta de 35 generadores, y además no tenía licencia ocupacional para hacerlo.

Según el acta de acusación, el 25 de octubre el individuo se desplazó hacia Carolina del Norte donde compró en una tienda Costco 11 generadores grandes a $529.99 la unidad y 24 modelos pequeños a $279.99 cada uno, para luego regresar al sur de la Florida con la ''clara'' intención de especular con el precio.

Crist explicó que sus inspectores descubrieron a Medina vendiendo los generadores a $900 y $600, respectivamente, lo cual implica una ganancia que oscila entre el 70 y el 114 por ciento.

``No estoy en contra de que una persona tenga su negocio, que haga dinero con sus ventas, pero no se puede especular con las necesidades de los demás en un momento de emergencia.

De ser encontrado culpable, a Medina pueden imponerle hasta $15,000 de multa por cada generador vendido si se comprueba que sus clientes eran personas mayores o discapacitados.

Cuando los inspectores lo detectaron, Medina vendía los generadores desde una camioneta alquilada y tenía un cartel que anunciaba lo que vendía. La mayoría de los generadores fueron vendidos antes que los inspectores lo descubrieran.

Crist dijo que corresponde a un jurado decidir si hubo especulación, pero recordó que la ley define el crimen de especulación cuando entre el precio de compra y el de venta hay ``gran disparidad''.

Ayer no fue posible localizar a Medina o su abogado para que comentaran.

Este caso es el primero llevado ante los tribunales en un total de 5,000 denuncias que investiga la oficina de Crist. Las quejas más comunes están relacionadas con el sobreprecio en la venta de gasolina, de comida, hielo y agua, así como generadores y precios de las habitaciones en los hoteles.

02 novembro 2005

Buscan agilizar la tarea de las aseguradoras

RUI FERREIRA / El Nuevo Herald

María Seregovia no logró contener las lágrimas. A los 71 años, viuda desde hace dos meses de un esposo que para ella ''lo era todo'', el impacto del huracán Wilma fue algo así como el último jinete del apocalipsis.

En comparación con otras víctimas, los estragos en su casa de Hialeah no fueron muchos: la cerca del patio se desplomó, el refrigerador dejó de funcionar y el agua se filtró por algunas paredes.

Pero para Seregovia fue el ''fin del mundo'' porque, como explica sin dejar de mirar al interlocutor a los ojos y enfatizar con las manos, ''mi esposo lo hacía todo'' y ''yo ni siquiera sé llamar a la compañía'' de seguros.

''Necesito que me arreglen las cosas y no sé qué hacer'', dijo ayer a los funcionarios del Departamento de Servicios Financieros de la Florida, quienes han montado un esquema en el cual sirven de intermediarios entre las víctimas y las aseguradoras.

El servicio le viene como anillo al dedo a Seregovia, quien no sabía a quién dirigirse porque no quiere ``preguntarle a cualquier persona, sino a quien me ayude''.

Ayer, la residente de Hialeah recibió mucho más que eso. En las oficinas que el Departamento de Servicios Financieros ha montado en el parque Amelia Earhart, en el 401 East 65 St., la escucharon, se comunicaron con su compañía de seguros y le abrieron un expediente con un número de caso que obliga a la aseguradora a atender sus necesidades y a cumplir con el contrato.

''Este es un servicio que queremos que llegue a todos aquéllos que no han logrado comunicarse con su compañía de seguros. Nosotros no les vamos a pagar los daños, pero le garantizamos que su aseguradora lo atenderá'', declaró el Tesorero del estado, Tom Gallagher, quien además supervisa la actividad de las aseguradoras.

Para ello, su departamento desplegó un par de casas móviles cargadas de computadoras y conexiones inalámbricas con las cuales los funcionarios se comunican con las aseguradoras y ayudan a personas como Seregovia a resolver su problema.

Ayer, Gallagher se dedicó personalmente a la mujer. ''La vamos a ayudar, no se preocupe'', dijo el Tesorero de la Florida. Y le entregó una tarjeta con un teléfono muy codiciado, su línea de celular directa. ''Si tiene un problema me llama, pero no creo que lo vaya a tener. Llámeme de todos modos, para saber cómo le fue'', añadió Gallagher.

''Es la primera vez que sonríe desde que llegó aquí'', dijo Maritza Sánchez, la funcionaria que la atendió desde que entró por la puerta de la casa móvil.

Por otro lado, Gallagher manifestó su preocupación por lo que definió como ''la descomposición'' de las industria de los seguros.

''A estas alturas no sabemos cuántas compañías van a poder cumplir con sus obligaciones. Con pérdidas que rondan los $30,000 millones, a muchas de ellas les va a ser muy difícil levantar cabeza. No tienen siquiera para pagar todas las reclamaciones'', dijo Gallagher.

Es más, ''no sé a ciencia cierta cuántas van a renovar sus pólizas'', añadió.

Lo que sucede, amplió Gallagher a El Nuevo Herald, es que además de los desastres naturales como los huracanes Katrina, Rita y Wilma, la industria de seguros está atravesando una crisis mundial.

''Las acciones de esas compañías se están desplomando. No sé en estos momentos cuándo vamos a revisar las políticas de seguros de este estado, pero estamos estudiando la situación para decidir qué hacer. Algo vamos a hacer'', indicó.

De hecho, la totalidad de las aseguradoras en la Florida ya no están asegurando las casas móviles. Queda una, Citizens Insurance, que es una especie de aseguradora de ''último recurso'', o sea, que se aventura en un terreno donde las demás no se atreven.

Pero con una condición. Una pareja como los retirados Elaine y Ronald Carpenter, del condado Manatee, van a tener que pagar $794 anuales por una cobertura de $18,000, mientras que hasta ahora su casa móvil estaba asegurada por $20,000 y pagaban $379 al año.

''Es una casa bonita y es nuestra casa. Pero no podemos asegurar nuestros tesoros como queremos, y no es justo'', dijo Elaine, quien se pregunta ``cómo esto nos puede ayudar si pagamos más por menos cobertura''.

Por otro lado, la falta de electricidad sigue siendo uno de los mayores problemas en el sur de la Florida tras el paso de Wilma hace 10 días.

Al cierre de esta edición, la empresa Florida Power & Light había restaurado la electricidad a más de 750,000 clientes en el condado Miami-Dade, con lo cual quedan 205,900 en la oscuridad. En Broward, todavía hay 292,700 sin electricidad, mientras que 570,100 ya han visto la luz.

No obstante, a algunos de los trabajan en las líneas eléctricas les gusta trabajar en el sur de la Florida, porque los aplauden cada vez que reconectan la electricidad, expresó ayer en Hialeah un grupo que vino de Nueva Jersey.

Pero en La Ciudad que Progresa los ánimos de algunos residentes estaban ayer por el suelo.

''Es horrible, sencillamente horrible. Hace ocho días que vivimos con velas, linternas, y he escuchado rumores de que no van a venir por esta área por un tiempo'', dijo Isabel Fernández, pese que ayer los ''linieros'' estaban trabajando en su barrio.

Según la FPL, la totalidad de sus clientes en las áreas afectadas deberán tener su servicio restaurado para el 13 de noviembre.

Esta información se completó con servicios de El Nuevo Herald. Las personas con dificultad en contactar a su aseguradora deben llamar al 1-800-227-8676.

01 novembro 2005

Apelación en jucio a espias próxima a comenzar

RUI FERREIRA / El Nuevo Herald

En las próximas semanas, el pleno de la Corte del Onceno Circuito de Apelaciones, con sede en Atlanta, comenzará a escuchar los argumentos de los abogados de la fiscalía y los de la defensa sobre si cinco cubanos sentenciados por espiar para el gobierno cubano tuvieron o no un juicio justo en el condado Miami-Dade.

El pasado agosto, un panel de tres jueces emitió un fallo que anulaba las sentencias, que oscilaron entre cadena perpetua y 15 años de cárcel, y ordenó un nuevo juicio con el polémico argumento de que todo el proceso estuvo influenciado por el ambiente anticastrista existente en Miami-Dade.

Pero el lunes, el tribunal anunció que a pedido de la fiscalía había decidido reconsiderar la decisión del panel de los tres jueces, y que las fechas del inicio serán establecidas pronto.

"Ellos nos van a comunicar las fechas para la entrega de la documentación, y posteriormente la de los argumentos orales', dijo ayer Paul McKenna, el abogado defensor de Gerardo González, quien junto a Ramón Labañino y Antonio Guerrero fue condenado a cadena perpetua, mientras que Fernando González recibió 19 años de cárcel y Rene González fue sentenciado a cinco. Los cinco admitieron que trabajaban para el gobierno cubano.

Según el abogado, ``esta decisión del tribunal de escucharnos de nuevo no implica una anulación del fallo anterior, sino que se han decidido por el procedimiento de atender a una petición de la fiscalía''.

''Cuando el Tribunal Supremo acepta escuchar nuevo algún argumento no significa que va a anular la decisión de la instancia inferior. [El Onceno Circuito] puede reconsiderar o no una decisión, pero eso no significa por sí mismo que esté en contra o a favor'', añadió McKenna.

Tres el fallo del panel de tres jueces el 9 de agosto, la fiscalía tenía cuatro opciones: liberar a los cinco hombres sin juicio; realizar un nuevo juicio sin apelar a ninguna instancia; apelar al Tribunal Supremo de la nación; o pedir una reconsideración del fallo de los tres jueces al pleno de los 12 del Onceno Circuito.

El viernes pasado, el fiscal federal para el sur de la Florida, Alexander Acosta, formalizó ante la alta corte de Atlanta el pedido de que sus argumentos sea reconsiderados ante el pleno, el cual fue concedido el lunes por la tarde.

''El pedido expresa respetuosamente la creencia, basada en un estudio profesional y juicioso, de que la decisión del panel [de tres jueces] en este caso es contraria a las decisiones del Tribunal Supremo y del Onceno Circuito, y que la consideración del pleno es necesaria para asegurar y mantener una uniformidad en las decisiones en el Onceno Circuito'', dijo Acosta en su argumento ante la instancia judicial.