11 julho 2007

Máquinas de juego a referendo

RUI FERREIRA / El Nuevo Herald

Basados en el argumento de que el juego existe alrededor de todos nosotros y que, sin embargo, el condado no se beneficia, los comisionados de Miami-Dade decidieron ayer volver a presentar a los votantes la opción de legalizar las máquinas tragamonedas.

La propuesta había sido rechazada en marzo del 2005 en el condado Miami-Dade, pero fue aprobada en el condado Broward. Desde entonces, es común que quienes desean jugar se desplacen hasta el vecino condado, recordaron los comisionados.

''Estamos rodeados de juegos por todas partes, y no veo que eso nos da beneficio alguno como condado'', expresó el comisionado Dennis Moss, quien impulsa la medida junto con sus colegas Rebeca Sosa y Joe Martínez.

La idea es permitir que se instalen máquinas automáticas en los canódromos e hipódromos de Miami-Dade, así como en el recinto de jai-alai de Miami. Precisamente, uno de los lugares de juego más concurridos en Broward se encuentra a escasos metros de la frontera entre los dos condados, en la zona de Aventura.

La iniciativa será propuesta al electorado el 29 de enero, una fecha que coincide con una primaria presidencial, el ajuste de los impuestos a la propiedad y, posiblemente, con la reforma de la Carta Constitucional de Miami-Dade.

Ayer, los comisionados no tuvieron grandes reparos en aprobar la decisión, enfrascados como están en la búsqueda de ingresos adicionales para el condado, tras el recorte inminente que se avecina si el electorado aprueba la rebaja en los impuestos a la propiedad.

Como incide la legislación, el estado se queda con la mayoría

de los ingresos por impuestos para dedicarlos a la educación, mientras que al Condado le toca sólo el 1.5 por ciento.

''Todas las fuentes de dinero son buenas, [pero] eso [el juego] sería una tremenda ayuda para el condado'', afirmó Martínez.

Aunque sin mayores reparos, la decisión no fue unánime. Se opuso la comisionada Katy Sorenson, quien argumentó que las máquinas de azar conllevan el peligro de incrementar la pobreza en la zona.

''La gente con menos recursos es la que va a perder más con todo esto'', pronosticó Sorenson.

Se espera que para el próximo año fiscal Broward comience a recibir los primeros fondos recaudados de los impuestos del juego. El total: $230 millones.

Martínez dijo que espera que suceda lo mismo en Miami-Dade.

En el 2005, los electores se opusieron por un estrecho margen a la medida, pese a que el entonces gobernador, Jeb Bush, fue uno de los que más campaña hizo contra la introducción del juego en el sur de la Florida.

El tema del juego en la Florida comenzó a ser considerado seriamente el año antes, cuando una reforma constitucional permitió la inclusión de las máquinas tragamonedas en recintos reportivos, como los canódromos o los hipódromos, si era aprobado por los electores de los dos condados.

A partir de entonces, la industria del juego recaudó $6.8 millones en pocos meses para una campaña de publicidad a favor de introducir las máquinas y rebajar el costo del referendo, cuyo resultado fue divergente. En Broward, las tragamonedas se impusieron por 57 por ciento mientras que en Miami-Dade la propuesta perdió por 52 por ciento.

Como consecuencia, en Broward tres casinos abrieron sus puertas y un cuarto está en construcción.

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10 julho 2007

Sugieren cambios radicales en Constitución del condado

RUI FERREIRA / El Nuevo Herald

La revisión de la Carta Constitucional del Condado de Miami-Dade deberá terminar a tiempo para que los electores aprueben o rechacen los cambios en un referendo en enero, pero ayer, sorpresivamente, el alcalde del condado ya dio a entender cuáles son sus temas preferidos.

Según Carlos Alvarez, el grupo de trabajo sobre la revisión constitucional del condado pudiera abordar el tema del incremento de los salarios de los comisionados y debería estudiar la posibilidad de que éstos sean electos por distritos, por el condado como un todo o a través de un sistema que combinaría las dos posibilidades.

La idea no es nueva. De hecho, si se aplica una combinación de los dos sistemas habría que aumentar el número de comisionados, pero en el 2001 los electores rechazaron totalmente esa posibilidad y también se opusieron a un aumento de los sueldos de los ediles condales.

Pero como señaló más tarde a El Nuevo Herald Raúl Martínez, el ex alcalde de Hialeah, la situación del Condado hoy es diferente a 50 años atrás, cuando se diseñó su Carta Constitucional por primera vez.

''Ahora tenemos un alcalde fuerte. Y cada uno hala hacia sus intereses, tiene su meta. Por eso creo que, en vez de renovar algo que no funciona, debemos ir hacia un cambio completo'', dijo Martínez.

El ex alcalde es uno de los 21 miembros de la comisión de trabajo que propondrá los cambios en la Carta Constitucional a los comisionados del condado, y que ayer se reunió por primera vez bajo la batuta del abogado Víctor M. Díaz, a quien el presidente de la Comisión condal, Bruno Barreiro, asignó esa responsabilidad.

La presencia de Alvarez no estaba anunciada, por eso constituyó una sorpresa para los presentes cuando el alcalde se apareció en la reunión flanqueado por la comisionada Natacha Seijas, quien tampoco se suponía que participara, pues el abogado y cabildero Miguel A. De Grandy la representaba.

''Cuando caminamos por Miami-Dade se escuchan muchas sugerencias de cómo mejorar su Carta Constitucional. El mundo en 1957 es muy diferente al del 2007. Hay temas que abordar, como el salario de los comisionados o si su elección debe ser por distrito como un todo o una combinación de esos dos sistemas'', manifestó Alvarez.

En ese sentido, ''esperamos las recomendaciones. La experiencia está en esta sala'', añadió el edil, refiriéndose a los restantes miembros del grupo de trabajo, entre los cuales se encuentran el ex alcalde de la ciudad de Miami y del condado Maurice Ferré, el alcalde de Miami-Beach David Dermer, el comisionado del condado Carlos Giménez y su colega Javier Souto, además de un grupo de abogados nombrados por otros comisionados condales y por las ciudades del condado.

Díaz reconoció que los debates serán intensos a la luz de la composición del grupo de trabajo, pero de momento desechó la posibilidad de que haya que recurrir a un mecanismo ''parlamentario'' para dar orden a los trabajos.

''Como dije al inicio, espero que nuestro trabajo sea colegiado y sustancial. Pero no creo que la existencia de muchas opiniones diversas sea un motivo para implementar una regla de discusión'', dijo.

La comisión de revisión acordó reunirse tres horas cada 15 días, y el objetivo es que en octubre concluya sus sesiones y ponga a consideración de los comisionados una lista de recomendaciones, quienes aprobarán cuáles de ellas serán puestas a consideración del electorado.

En el intento de revisión constitucional del 2001 se hicieron 14 recomendaciones. La mayoría fue rechazada.

El grupo de trabajo también decidió llevar a cabo sesiones públicas para escuchar al público, como acordó la Comisión del condado cuando diseñó sus atribuciones y facultades.

Uno de los problemas detectados en esta reunión inicial fue el del presupuesto de trabajo de la Comisión, la cual, pese a que sus miembros sirven en ella voluntariamente, tiene necesariamente gastos corrientes. Mientras tanto, dijo jocosamente Díaz: ``Esos gastos pueden salir de mi bolsillo''.

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Nuevo director en el Centro Nacional de Huracanes

RUI FERREIRA / El Nuevo Herald

Tras siete meses de una tensa relación con sus subordinados y de enfrentarse por 10 días a una virtual revuelta laboral, Bill Proenza fue apartado ayer del Centro Nacional de Huracanes (CNH).

Lo sustituye, con carácter interino, el hasta ahora subdirector, Ed Rappaport, quien fue nombrado en el 2000 y era visto como el sucesor natural de Max Mayfield, el legendario meteorólogo que abandonó la dirección del Centro en enero de este año para dar paso a Proenza.

''Desde esta tarde, el centro tiene un nuevo director interino, Ed Rappaport'', anunció el portavoz de la entidad en Miami, Dennis Feltgen.

''La orden vino directamente de Washington'', anunció el vocero, pero no quedó claro si Proenza renunció o fue despedido.

Según Feltgen, el ex director de 62 años fue asignado a ''otras funciones'' dentro de la Administración Nacional Atmosférica y de Océanos (NOAA, por sus siglas en inglés), el organismo que abarca todas las entidades de pronóstico del tiempo y protección de poblaciones.

Proenza fue el director que menos tiempo estuvo en el cargo, pues sólo hubo tres tormentas tropicales durante su ejercicio. Ninguna devino en huracán.

Ayer fue imposible localizarlo. El viernes, el ex director del centro dijo que iba a pasar el fin de semana en Texas, donde tiene familia.

El CNH depende del Departamento de Comercio de Estados Unidos, y no hubo un comentario inmediato por parte de la entidad federal en Washington tras el anuncio en Miami.

No obstante, la reasignación de Proenza fue hecha pública en el mismo instante que, por segunda vez en una semana, ingresaba al recinto del CNH un grupo de funcionarios que la agencia federal envió para seguir de cerca el problema.

La crisis en el CNH comenzó en enero, prácticamente al día siguiente de asumir Proenza el cargo, cuando, según empleados de la agencia, comenzó a ejercer un estilo ''autoritario'' que no tenía en cuenta ''la experiencia'' del grupo.

En ese ínterim, el ahora ex director recibió una reprimenda por escrito del Departamento de Comercio, el cual controla el Servicio Nacional del Tiempo, que a su vez abarca al CNH.

A inicios de la semana pasada, dijeron fuentes, un grupo de empleados comenzó a cuestionar directamente al ex director, pero las conversaciones se mantuvieron tras bambalinas.

Sin embargo, el diferendo laboral tomó al anochecer del jueves un giro inesperado cuando, en una petición pública entregada a The Miami Herald, 23 de los 40 empleados del centro pidieron la renuncia de Proenza.

''Creemos que llegó el momento de que Bill se vaya'', dijo al día siguiente en conferencia de prensa el meteorólogo James Franklin, quien agregó que Proenza había ''envenenado'' el ambiente de trabajo.

Los especialistas del CNH declararon que no confiaban en el juicio profesional de Proenza, y adujeron que él nunca respetó el trabajo del grupo al no proyectar una imagen acertada de la función de la entidad y su capacidad de pronosticar huracanes con precisión.

Proenza dedicó los últimos meses a hacer un llamado al gobierno federal a que entregara más fondos para el CNH; en caso contrario, dijo entonces, su capacidad de pronosticar huracanes se vería afectada seriamente. El ex director arguyó constantemente que el satélite QuikSCTA, que permite estudiar los huracanes, ha sobrepasado su vida útil y es virtualmente ineficiente.

''Eso no es cierto, sencillamente no es cierto. Ese satélite es importante, pero no es clave'', aseguró Franklin. El QuikSCTA es un satélite capaz de medir la velocidad de los vientos en el Océano Atlántico y ayuda a anticipar sus desplazamientos.

El mes pasado, Proenza hizo una apasionada defensa del presupuesto del CNH en el Congreso, donde reclamó más fondos y afirmó que la entidad tiene serios problemas para pronosticar huracanes por falta de esos fondos.

La impugnación de Proenza se produjo, entre otras razones, porque ''él repetidamente no ha informado correctamente sobre las opiniones de nuestro equipo de trabajo'', además de ''haber envenenado el ambiente en este Centro'', donde labora ''el mismo equipo que trabajó en familia durante las crisis de Katrina, Wilma y Rita'', precisó Franklin.

Tras enterarse de la postura de sus subordinados, Proenza dijo en una declaración escrita que no pensaba renunciar porque ''el equipo de trabajo no dice quién es el líder aquí'', y ``sería un precedente muy serio si permitimos que los subordinados decidan quién manda en ellos con la firma de una petición''.

La polémica en el CNH atrajo la atención de los políticos en Washington. El viernes, tres congresistas federales visitaron el centro, y uno de ellos, el republicano Lincoln Díaz-Balart, dijo que se sentía seguro de que la entidad contaba con los recursos para pronosticar huracanes.

Tras enterarse del desenlace, el senador republicano Mel Martínez dijo que ``al final de la jornada, la misión del CNH es salvar vidas''.

''Creo que tenemos en el centro un equipo de meteorólogos dedicado y calificado, y confío en sus capacidades. Lo importante es que las circunstancias actuales no opaquen la misión del centro, principalmente en medio de una temporada de huracanes. El director interino Ed Rappaport tiene toda mi confianza'', dijo el senador.

Su colega demócrata, Bill Nelson, manifestó alguna preocupación sobre los cortes presupuestarios del CNH.

''Espero que se dé un paso adelante y en esta temporada el Centro disponga de todas las herramientas que necesita para darnos pronósticos más acertados en temporada de huracanes. Aun así, me preocupan los recortes en los presupuestos, para no mencionar el fracaso en la existencia de un plan para sustituir un envejecido satélite. La administración debe resolver este problema, y resolverlo ya'', indicó Nelson.

Otro que reaccionó de inmediato fue el director del Centro de Emergencias de Miami-Dade, Douglas Bass, quien dijo que en el centro condal ``estamos contentos de que esta situación se ha resuelto, ahora que entramos en la etapa más intensa de la temporada de huracanes''.

Rappaport --con 30 años de experiencia en el mundo de la meteorología, 20 de ellos en el CNH-- ha sido una pieza clave en el pronóstico de huracanes y el diseño de estrategias y presupuestos del centro, según una biografía suya distribuida por NOAA.

Es también el responsable de un grupo de trabajo que lidia con el pronóstico de huracanes. Hasta ser nombrado como subdirector del CNH en el 2000, fue durante nueve años el responsable de los comunicados sobre los peligros de los huracanes.

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09 julho 2007

Retiran a Proenza como director del Centro Nacional de Huracanes

RUI FERREIRA / El Nuevo Herald

El Centro Nacional de Huracanes (CNH) tiene desde esta tarde un nuevo director interino, tras 10 días de una virtual revuelta laboral que opuso al hasta ahora director, Bill Proenza, y la mayoría de los meteorólogos y especialistas de la entidad.

Según informó a la prensa un portavoz del CNH, el Departamento de Comercio decidió nombrar con carácter interino a Ed Rappaport, un veterano meteorólogo quien era el segundo al mando y fue un estrecho colaborador de Max Mayfield, el director anterior que el 3 de enero abandonó el cargo para dar lugar a Proenza.

"Desde esta tarde tenemos un nuevo director interino, no puedo decir nada más'', dijo el portavoz Dennis Feltgen en las afueras de la entidad en Miami, a un grupo de periodistas y si agregar más detalles.

El CNH depende de la Secretaria de Comercio. No hubo un comentario inmediato por parte de la entidad federal en Washington tras el anuncio en Miami.

No quedó claro si Proenza renunció o fue despedido, tras la feroz contestación de que fue blanco, y que se agudizó al anochecer del jueves pasado cuando, en una petición pública entregada a The Miami Herald, los trabajadores del centro pidieron abiertamente su renuncia.

El diferendo dio un salto cualitativo el viernes por la mañana, cuando los trabajadores añadieron que no confían en el juicio profesional de Proenza. Adujeron además que éste no respetó el trabajo del grupo y volvieron a demandar su renuncia inmediata.

La crisis en el Centro Nacional de Huracanes se desató a inicio de la semana pasada cuando 23 de los 40 trabajadores criticó públicamente a Proenza por no dar una imagen acertada del trabajo de la entidad y su capacidad de pronosticar huracanes con precisión.

Proenza ha dedicado los últimos meses a hacer un llamado al gobierno federal para que provea más fondos para el Centro. Había dicho que, de lo contrario, su capacidad de pronosticar huracanes estaba seriamente afectada. El director añadió constantemente que el satélite QuikSCTA, que permite estudiar los huracanes, ha sobrepasado su vida útil y es virtualmente inútil.

El mes pasado Proenza hizo una apasionada defensa del presupuesto del Centro Nacional de Huracanes en el Congreso en Washington, D.C., donde reclamó más fondos y dijo que la entidad está en serios problemas para pronosticar huracanes por falta de esos fondos.

El viernes los trabajadores dijeron que intentaron discutir el diferendo con Proenza, aunque "con cierta reluctancia'' y por eso una comisión de la secretaria de Comercio visitó la entidad la semana pasada.

Esta tarde, la comisión regresó a los predios del CNH, en el mismo instante en que fue anunciado el nombramiento de Rappaport.

La contestación de Proenza se produjo, entre otras razones, porque "él repetidamente no ha informado correctamente sobre las opiniones de nuestro equipo de trabajo'', además de "haber envenenado la atmósfera en este Centro'' donde labora "el mismo equipo que trabajó en familia durante las crisis de [los huracanes] Katrina, Vilma y Rita'', explicó el viernes el portavoz de los trabajadores, James Franklin.

Proenza, de 62 años fue nombrado el enero para el cargo de director del Centro Nacional de Huracanes, pero desde entonces recibió una reprimenda por defectos en su trabajo.

El viernes el cuestionado director dijo que no tenía planes de dejar el cargo. "No pienso renunciar y el equipo de trabajo no dice quien es el líder aquí. Sería un precedente muy serio si permitimos que los subordinados decidan quien manda en ellos con la firma de una petición'', dijo.

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07 julho 2007

Sigue la tormenta en el Centro de Huracanes

RUI FERREIRA / El Nuevo Herald

La virtual revuelta laboral que asola al Centro Nacional de Huracanes (CNH) dio un salto cualitativo ayer cuando un grupo de trabajadores dijeron que no confían en el juicio del director de la entidad, que éste no respeta sus trabajos y volvieron a exigir su renuncia inmediata.

La acusación coincidió con la visita, programada hace semanas pero no anunciada, de un grupo de congresistas federales. Uno de ellos dijo que el Centro tiene todos los recursos que necesita, pese a que el director, Bill Proenza, ha ido al Congreso a pedir más fondos.

''Queremos que la Secretaría de Comercio sepa, sin ambigüedades, que necesitamos que [el director] Bill [Proenza] se vaya'', manifestó en conferencia de prensa el especialista en huracanes James Franklin.

La crisis en el CNH se desató a inicio de esta semana, cuando un grupo de sus empleados criticó públicamente a Proenza por no dar una imagen adecuada del trabajo de la entidad y su capacidad de pronosticar huracanes con precisión.

Proenza ha dedicado los últimos meses a hacer un llamado al gobierno federal para que provea más fondos para el Centro; en caso contrario, ha dicho, su capacidad de pronosticar está afectada seriamente. El director añadió constantemente que el satélite QuikSCTA, que permite estudiar los huracanes, ha sobrepasado su vida útil y es virtualmente ineficiente.

El mes pasado, Proenza hizo una apasionada defensa del presupuesto del CNH en el Congreso, donde reclamó más fondos y dijo que la entidad tiene serios problemas para pronosticar huracanes por falta de esos fondos.

Pero la disputa se agudizó este jueves por la noche, cuando 23 meteorólogos del CNH, más de mitad de los que allí laboran, entregaron a The Miami Herald una carta pidiendo la renuncia de Proenza porque él ha enfrascado al Centro en una disputa política inútil y exageró la importancia del QuikSCAT en su trabajo.

Ayer por la mañana, Franklin dijo que los trabajadores han tratado de discutir el asunto con Proenza, aunque ''con cierta renuencia'', y por eso una comisión de la Secretaría de Comercio visitó la entidad esta semana.

Sin embargo, Franklin acotó: ``Tememos que [el grupo] no vaya a informar a la Secretaría de Comercio adecuadamente sobre lo que realmente pensamos aquí. De lo difícil que es hacer nuestro trabajo aquí. Y queremos que sepan, sin ambigüedades, que necesitamos que Bill [Proenza] se vaya''.

Entre otras razones, añadió, porque ''él repetidamente no ha informado correctamente sobre la opiniones de nuestro equipo de trabajo'', además de ''haber envenenado el ambiente en este Centro'' donde labora ''el mismo equipo que trabajó en familia durante las crisis de [los huracanes] Katrina, Wilma y Rita''. Además, dijo Franklin, el director del CNH ``ha expuesto opiniones sobre temas sin tener en cuenta nuestra información al respeto, o la ha manejado incorrectamente, sin confiar en las décadas de experiencia en pronóstico de huracanes que nosotros tenemos y que él no tiene''.

''Que quede claro una cosa: los que hemos firmado esa carta no tenemos miedo de perder nuestro trabajo, lo que tenemos miedo es de no poder hacer nuestro trabajo en condiciones y poder proteger al pueblo americano de los huracanes. Desde el inicio nos dimos cuenta que no sabe lidiar con la gente. Hay gente del equipo que no quiere reunirse con él en privado porque temen que ulteriormente él mienta sobre lo que se dice en esas reuniones'', agregó el meteorólogo.

Proenza, de 62 años, fue nombrado en enero al cargo de director, pero ha recibido ya una reprimenda por deficiencia en su trabajo. Ayer, el cuestionado director respondió escuetamente que no tiene planes de irse a ninguna parte. ''No pienso renunciar, y el equipo de trabajo no dice quién es el líder aquí. Sería un precedente muy serio si permitimos que los subordinados decidan quién manda con la firma de una petición'', expresó Proenza.

La crisis en el CNH, que posiblemente después del Comando Sur es una de las más importantes instituciones nacionales afincadas en el Condado de Miami-Dade, es seguida de cerca por congresistas federales.

Mientras la protesta seguía en el Centro, los representantes republicanos Lincoln y Mario Díaz-Balart, de Miami, y Vern Buchanan, de Sarasota, hicieron una visita a la entidad que no fue anunciada previamente, pero fue la primera tras las declaraciones de Proenza en el Congreso pidiendo más recursos.

''Para mí, lo fundamental es que el Centro Nacional de Huracanes tiene los profesionales, la tecnología y los recursos necesarios para hacer los pronósticos más acertados del mundo'', dijo a El Nuevo Herald Lincoln Díaz-Balart, tras la visita de dos horas, que calificó de fructífera.

Al tanto de la crisis en la entidad, Díaz-Balart dijo que había constatado que ''se están tomando las medidas necesarias para ir reemplazando la tecnología con la mejor disponible en el mundo'', y que está convencido de que ``los profesionales del Centro están totalmente calificados para continuar llevando a cabo su importantísima misión''.

La visita, explicó, tuvo el propósito de asegurar que el Centro dispone de los recursos suficientes para llevar a cabo su misión. ''Estuvimos dos horas reunidos con los profesionales de allí y con el director. Sé que hay un conflicto interno y que el Departamento de Comercio está investigando la situación'', añadió Díaz-Balart.

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