10 outubro 2001

Organización reclama el ideal de Mas Canosa

RUI FERREIRA / El Nuevo Herald

Una nueva organización de cubanos exiliados creada recientemente anunció ayer que no tendrá un líder, que sus decisiones serán tomadas por consenso entre los directores y que buscará reivindicar el legado del creador de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), Jorge Más Canosa.

``Seguiremos su ejemplo e ideales'', sostuvo Luis Zúñiga, uno de los directivos del Consejo por la Libertad de Cuba (CLC), durante la presentación de la organización y sus dirigentes, todos ellos disidentes de la FNCA, de la cual se apartaron en agosto por diferencias con su actual chairman, Jorge Más Santos.

Inmediatamente terminada la ceremonia de presentación en el Hotel Biltmore, los flamantes directores subieron al piso nueve del inmueble escoltados por agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos, donde almorzaron con el secretario de Viviendas, el cubanoamericano Mel Martínez.

El encuentro fue hecho a pedido del funcionario, dijo una fuente del CLC que no quiso identificarse. El Servicio Secreto vedó el acceso a la prensa.

El CLC, señaló Zúñiga leyendo la declaración de principios del grupo, ``defiende la unidad de propósitos del exilio y la oposición interna en su derecho a luchar por la creación de una república libre, democrática y soberana, donde el pueblo cubano pueda ejercer, libremente, todos los derechos internacionalmente reconocidos''.

Asimismo, enfatizó, la nueva organización anticastrista se opone a cualquier esfuerzo político que ``trate de imponer'' la continuación del sistema político imperante hoy día en la isla. ``Los principales culpables de la destrucción material y espiritual de Cuba no pueden ser parte de la solución'', subrayó.

Aunque de momento el CLC se concentrará en promover los tópicos relacionados con una transición democrática en la isla, en los próximos meses pudiera extender sus actividades e iniciar actividades de cabildeo en Washington, D.C. ``Lo anunciaremos en los próximos días. Nuestra intención es cabildear en todo lo que tenga que ver con la libertad de nuestro país'', dijo a El Nuevo Herald Alberto Hernández, uno de los directores de la organización.

Según Zúñiga, la organización es eminentemente bipartidista y aceptará la colaboración de toda persona interesada en la promoción de la democracia en la isla. ``Nuestro mensaje es claro, trabajaremos con todo el mundo interesado en el retorno de la democracia a Cuba'', dijo.

El también director del CLC añadió que la nueva entidad intentará estar presente en todos los foros internacionales donde sea discutido el tema cubano. ``La comisión de derechos humanos de las Naciones Unidas es el foro internacional más importante donde se discute la situación cubana con profundidad. Hasta allá vamos a ir'', dijo Zúñiga, quien por años ocupó un escaño en la delegación de Nicaragua ante la comisión, a nombre de la FNCA.

El CLC fue fundado por 25 ex directores de la FNCA, quienes en agosto pasado abandonaron la organización descontentos con su funcionamiento interno. En esa ocasión, acusaron a Mas Santos de tener un comportamiento antidemocrático y tomar decisiones a espaldas de los demás miembros. La deserción abarcó también al rostro más conocido de la organización, la popular periodista Ninoska Pérez Castellón, quien es ahora una de la directoras de la nueva entidad.

``Esta institución no va a tener un chairman ni un líder, sino que las decisiones serán tomadas colegialmente, y aprobadas al fin de un debate y por consenso'', enfatizó Zúñiga.

Los planes de la nueva entidad también contemplan la creación de una emisora de radio de onda corta para transmitir hacia la isla un programa parecido al de la hasta hace poco existente Voz de la Fundación, que fue dirigida por Pérez Castellón.

Además de Hernández, quien fue el sucesor de Más Canosa en la dirección de la FNCA, entre los fundadores del CLC se encuentran Feliciano Foyo, Horacio García Sr., Elpidio Nuñez, Diego Suárez, Herminio Orizondo y Fernando Rojas. La sede de la organización quedará instalada en el SW del condado, en un edificio en la esquina de la calle Ocho y la avenida 27.