HACIA UNA ESPIRAL DE VIOLENCIA EN VENEZUELA
RUI FERREIRA/El Nuevo Herald
Si en Venezuela no se realiza un referéndum revocatorio de la presidencia de Hugo Chávez Frías, el país pudiera verse inmerso en una espiral de violencia, advirtió en Miami una periodista opositora.
Entre otras razones, añadió Patricia Poleo, directora del rotativo El Nuevo País y moderadora de un programa radial en El Circuito Radio Venezuela, porque el estado de derecho en la nación sudamericana se encuentra virtualmente en suspenso y la ciudadanía permanece indefensa sin posibilidades de apelar los excesos del gobierno y sus partidarios.
''La violencia es inevitable a menos que Chávez lance a toda Venezuela un sedante y la gente se olvide de toda la rabia contenida y no proteste más. Es la única manera de que no haya violencia porque la gente está ávida de una solución y una solución inmediata'', aseguró la periodista.

Poleo jamás ha creído que el mandatario, quien ganó cuatro elecciones presidenciales, tolere un referéndum revocatorio sobre su mandato porque siempre lo ha considerado un ''dictador'' y eso puede conducir a un desenlace de su presidencia que terminaría en violencia.
'Habrá un momento, que lo determinará la misma gente, cuando el ciudadano dirá `hasta aquí llegamos con este cuento del referéndum revocatorio', que la gente se lance a protestar, que haya violencia en las calles y que también las fuerzas armadas digan que Chávez dio el paso hacia la dictadura y no hay que aguantarlo más. Es la única forma de que esto se resuelva, porque con el referéndum revocatorio, no se va a resolver'', dijo.
Parte del descontento popular está dado, subrayó, por el incremento paulatino del irrespeto a los derechos humanos y la ausencia de credibilidad de las entidades jurídicas que en términos prácticos han vuelto las espaldas a toda posibilidad de queja por parte de la población.
''Hay muchas formas de violar los derechos humanos y en Venezuela se están empleando todas ellas'', aseveró.
Una de ellas, explicó, es el uso de las fuerzas armadas contra los ciudadanos que protestan en la calle, lo cual es ya ``público y notorio''.
Esto trajo como consecuencia, aseguró, que en Venezuela ''ya hay presos políticos, gente detenida por ejercer sus derechos políticos de votar o firmar [por el revocatorio], o protestar contra el presidente Chávez, y que son derechos que están en la constitución'', dijo.
Puso como ejemplo, además, el inicio del despido de empleados públicos que firmaron la petición de realización del revocatorio. ``Esa denuncia daba para un dossier completo. Hay, incluso, una declaración de uno de los ministros, Roger Capela, quien dijo que el que hubiera firmado contra el presidente Chávez iba a ser despedido porque eso se consideraba un acto terrorista y golpista''.

Y dentro de este estado de cosas, subrayó Poleo, los ciudadanos no tienen a donde acudir, porque el gobierno paulatinamente ha estado sustituyendo a fiscales y jueces por partidarios suyos e intentando juzgar a civiles en tribunales militares.
''En cada uno de los tribunales, las fiscalías han sido sustituidas por gente que el régimen ha preparado para que defiendan el proceso, no para que impartan justicia'', dijo.
Un ejemplo es el cambio el martes de la semana pasada en la fiscalía militar de cinco mujeres tenientes de navío, fiscales con amplia experiencia jurídica, por cinco abogados recién graduados y nombrados a dedo, sólo porque ellas no eran lo suficientemente dóciles, relató.
''Lo mismo sucede en la fiscalía pública con los fiscales civiles, y cuando la gente se queja pues le vuelven las espaldas y no tienen adonde acudir'', explicó.
Esto se debe en parte, añadió, al hecho de que la misma oposición política venezolana ''cometió la torpeza de darle los votos'' a Isaías Rodríguez, el ex vicepresidente de la República con Chávez.
Con relación a la estrategia opositora, Poleo sostuvo que ''el programa político aquí es la democracia, simplemente''; pero también admitió que ``del lado de la oposición no hay un estrategia eficiente para sacarlo''.
Aun así, ''el programa político a quien tendría que importarle es al ciudadano y el ciudadano lo que quiere es que Chávez se vaya para después comenzar a reconstruir el país. Y si Chávez no se va no hay programa político que valga'', acotó.
El mundo tampoco tiene una noción exacta de lo que pasa en Venezuela porque en ese sentido Chávez se adelantó a la oposición en llevar su mensaje, y ahora los esfuerzos de mediación pudieran ser inútiles.
''Los tiempos diplomáticos son distintos a los del ciudadano común, que es el que está pasando por las precariedades'', dijo.
(C) El Nuevo Herald 2004