31 agosto 2007

Inmigración arresta 195 ilegales en dos semanas

RUI FERREIRA / El Nuevo Herald

En menos de dos semanas, sólo en el estado de la Florida, las autoridades de inmigración arrestaron a 195 indocumentados, de los cuales 68 tienen antecedentes penales.

La redada abarcó las áreas metropolitanas de Miami, Tampa y Orlando, y fue ejecutada por oficiales de un grupo especial de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), del Departamento de Seguridad Territorial, informó ayer la portavoz de la entidad, Bárbara González.

Entre los arrestados hay por lo menos 115 fugitivos de la justicia, a quienes jueces de inmigración habían ordenado la deportación.

''Se equivocan quienes piensan que pueden burlar la ley'', expresó el director de la Oficina de Arresto y Remoción del ICE en la Florida, Michael Rozos.

González especificó que los arrestos forman parte de una serie de esfuerzos y operaciones encubiertas destinadas a identificar, detener y expulsar del país a todo aquel que represente una amenaza a la comunidad.

Es el caso, según las autoridades, de Carlyle Thompson, un bahamense de 32 años que vivía en el sur de la Florida y que fue condenado por abuso de menores en enero del 2006, después que expiró su visa de turismo.

También fue capturado Elvin Matos Pelletier, un dominicano de 31 años que fue condenado en marzo de este año también por abuso de menores en la zona de Orlando.

20 agosto 2007

Los hispanos llegan a Ocala para quedarse

RUI FERREIRA / El Nuevo Herald
OCALA, Florida

Hace 15 años en Ocala el tráfico era tan raro que la gente se sentaba en medio de la principal avenida, la 200, y mataba el tiempo apostando al número de autos que se detenían. Ahora el tráfico es tan intenso que el municipio ha decidido construir un par de pasos peatonales elevados en lugares clave para que la gente pueda cruzar la vía.

Los carros que circulan son también un ejemplo claro de los nuevos tiempos que vive esta ciudad unas 300 millas al noroeste de Miami, que se ha convertido en una meca virtual para los hispanos. De los espejos retrovisores cuelgan banderitas de países como México, Colombia, Honduras, Cuba, Puerto Rico y Nicaragua.

''Esto ha cambiado mucho; en los últimos tiempos ha llegado todo tipo de personas, los más son puertorriqueños que vienen de Nueva York, pero últimamente están llegando mexicanos y cubanos de Miami'', dijo el dominicano Dionisio Ramírez, dueño del Mercado Pueblo, un establecimiento donde se puede encontrar todo tipo de comida latinoamericana, incluso cocinada.

Según Ramírez, quien se instaló en Ocala hace 15 años, la llegada de gente de Miami comenzó a tomar fuerza hace unos tres años, cuando ''la gente subió para acá escapando de los huracanes''. Una decisión que, en no poca medida, también tuvo que ver con la reducción del impuesto a la propiedad ya que ''la comisión tiene el firme propósito de tener un impacto y que éste favorezca al ciudadano'', dijo la viceadministradora del condado de Marion, Gisela Salas, ex supervisora de Elecciones en Miami-Dade.

La tasa de amillaramiento es 3.49 por ciento, casi la mitad del año pasado. En contrapartida, el valor de las casas ha subido. El acre de terreno promedio está entre $30,000 y $40,000, pero hay zonas donde vale $25,000.

''Eso estimula a la gente a venir, no hay duda de eso, pero también contribuye al desarrollo de nuestro negocio'', dijo el arquitecto Rolando Sosa, en cuyo despacho han nacido muchos edificios de la ciudad.

Algo que destacan muchos que conversaron con El Nuevo Herald es que en Ocala hay un clima de negocios que ayuda a los recién llegados a establecerse, y tanto el Departamento de Viviendas como el Condado tienen políticas de ayuda a los comerciantes.

''Aquí la disciplina es seria; si te pones a inventar, se terminó la ayuda que te dan. Este es un mundo muy americano, pero abierto a los demás'', explicó Sosa. Un ejemplo claro de la adaptación de ese ''mundo americano'' a los recién llegados es la rápida decisión que tuvo que tomar el Star-Banner, el único diario de Ocala, propiedad de The New York Times Co., que rápidamente se agenció una publicación en español, Voz Latina.

''Aquí ha habido realmente un gran boom en materia de recepción de hispanos, y aunque últimamente las cifras se han detenido, el mercado [hispano] sigue robusto. Vivo aquí desde 1991 y cuando llegué esto era un condado de dos razas, anglos y negros. Pero en los últimos 10 años los hispanos han cambiado esa imagen'', señaló el director del Star-Banner, Tom McNeff.

Una anécdota de la rápida evolución de esta ciudad cuenta como hace un par de años la fiscalía estatal pidió ayuda al periódico para que uno de sus periodistas sirviera de intérprete a la víctima de un delito, quien no hablaba inglés. ''Fue un abrir de ojos para el condado, se dieron cuenta de lo que estaba pasando a nuestro alrededor'', añadió.

En este sentido, Voz Latina ha servido para tender puentes entre las dos comunidades de idiomas diferentes y ''fue una forma de darle a la comunidad hispana una voz que no tenía'', enfatizó McNeff.

''Los hispanos nos han traído una dinámica y un movimiento que no había aquí'', agregó el periodista.

Un ejemplo de ello es la fachad del Mercado Pueblo, un mural informal donde se anuncia de todo, desde la venta de una cama hasta una oferta de trabajo y los servicios de abogados o contadores. Con sus hojas de colores colgadas, de lejos parece una tapicería de México o de Guatemala.

La semana pasada no había un solo anuncio que indicara que alguien se marchaba del pueblo. ''La gente te lo dice claramente, que de aquí no se va. Una vez que llegas a Ocala no hay marcha atrás'', dijo el dueño de un negocio de electrónica, el cubanoamericano Lionel Remigio, que se fue de Miami hace un año.

Y Ramírez no lo desmiente: ``Yo, de aquí me voy para el cielo''.

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19 agosto 2007

Los hispanos cambian el rostro de Ocala

RUI FERREIRA / El Nuevo Herald
OCALA, Florida

Hace muchos años, incluso antes de que en el siglo XIX el patriota y poeta cubano José Martí paseara por sus calles o arengara a los trabajadores tabacaleros a los cuales defendió y sobre quienes escribió, a Ocala, sus historiadores ya le decían ''El Dorado'', como quien habla de una Tierra Prometida.

Hoy es más que eso. Es casi una meca del buen vivir, y los inmigrantes hispanos están llegando por centenares, según residentes.

Son tantos que su número le ha permitido al arquitecto cubanoamericano Rolando Sosa formar 14 equipos de fútbol divididos en tres ligas. Y los jugadores proceden de todos lados: de México, de Colombia, de Nicaragua y otros países centroamericanos y del Caribe, como Haití. Incluso uno de los entrenadores vino de Jamaica.

''Tenemos más jugadores que restaurantes hispanos'', dijo Sosa jocosamente el martes a El Nuevo Herald, mientras vigilaba el entrenamiento de los equipos, de donde saldrá el que representará a la ciudad en la Copa de TV Azteca en Orlando, el próximo mes.

''Esto ya no es lo que era, la población hispana está creciendo rápidamente, y las ligas son un indicio'', adujo Sosa el día anterior, en su atelier en el downtown de Ocala.

Situada unas 300 millas al noroeste de Miami, la ciudad no ha cambiado mucho desde hace dos siglos. De hecho sigue siendo el mismo lugar apacible, con la misma arquitectura de ladrillo oscuro e imponente, y pese a que la industria tabacalera ha sido sustituida por la cría de caballos de paso fino, esta urbe de unos 46,000 habitantes es cada vez más un imán para los que quieren escapar de la locura de las grandes áreas metropolitanas.

Particularmente de Miami.

''En Miami están todos locos. Locos de remate con los precios de las casas, los impuestos a la propiedad, la falta de espacio en las escuelas, el transporte que es una barbaridad. Aquello es una locura'', resumió Anie Brioso, una madre cubanoamericana, divorciada y con dos hijos, que hace dos años no aguantó más, montó sus pertenencias en un camión y puso rumbo al norte. Ahora tiene un próspero establecimiento de joyas, ropa y zapatos. ''En medio del campo'', como le gusta decir.

Lo mismo hizo Lionel Remigio, un especialista en electrónica con negocio propio que un día no pudo lidiar más con el alza de los impuestos y el costo de vida en el sur de la Florida y vino para Ocala. Gisela Salas, quien fue supervisora de elecciones de Miami-Dade, es ahora la subadministradora del Condado de Marion, que incluye a Ocala.

Según una investigación informal de El Nuevo Herald durante un par de días en la ciudad, esas tres personas son parte de los cientos de nuevos pobladores hispanos que han llegado aquí en busca de una nueva vida, en un lugar donde las casas tienen aún un precio accesible, los impuestos son razonables, las escuelas cuentan con espacio para todos y el tráfico fluye sin complicaciones.

''Aquí hay casas que cuestan $1 millón, que en Miami no se venden por menos de $5 o $6 millones. Ahora, imagine lo que es posible hacer con algo inferior a eso, como una casa de dos cuartos para una familia hispana comenzar su vida. Por eso la gente está viniendo'', sostuvo Sosa, apuntando hacia el diseño de una mansión colgado en la pared de su atelier.

Ocala parece ser también un lugar de retos profesionales porque, al contrario de Miami, entre otras razones, todavía hay mucho por hacer.

''Nosotros nos fuimos de Miami porque allí está todo inventado, no hay nada que inventar'', explica con simplicidad Lola M. González, una investigadora privada que preside el Hispanic Business Council, de momento agrupado dentro de la Cámara de Comercio de Ocala, pero un fuerte indicio de la pujanza de la inmigración hispana.

Pero, además, si a González le atrajo la oportunidad de inversiones, ya Salas escogió Ocala para desarrollar su carrera profesional, incluso más allá de su jubilación el próximo año, cuando piensa volver a la universidad.

''¿Quién diría que una cubanita iba a terminar aquí, en esta posición?'', se preguntaba este lunes Salas mientras señalaba con un gesto a las decenas de diplomas que cuelgan en la pared de su despacho, reflejo de una carrera de casi 30 años en la política de la Florida.

''Vine porque en esta zona hay una verdadera necesidad de personal con experiencia en gobiernos locales. Por eso quise este puesto'', dijo Salas, quien ha desarrollado un programa de apoyo a los pequeños negocios en manos de minorías.

Datos oficiales indican que en Marion viven unos 29,000 hispanos, la segunda minoría en tamaño después de los 39,000 afroamericanos.

Pero todo el mundo parece coincidir en que el crecimiento de los hispanos en los últimos años ha sido tan rápido que ha sido necesario que en el condado todos se adapten con rapidez a esta nueva realidad.

''Las empresas, los bancos, los servicios, están buscando urgentemente personal bilingüe. En las tiendas ya se habla español'', comentó Salas.

''Todas las semanas abre un negocio donde hay un hispano involucrado'', enfatizó González.

''Tuvimos que comprar un periodiquito en español y convertirlo en un semanario comunitario con noticias de donde vienen nuestros lectores'', añadió Allen Parsons, el editor del diario Star-Banner, que todos los viernes distribuye Voz Latina, un semanario con una tirada de 9,000 ejemplares.

Las autoridades y los activistas comunitarios como Salas y González insisten en que es difícil determinar el número exacto de inmigrantes hispanos que han llegado a la zona de Ocala en los últimos años.

Lo que sí saben es que llegan mayoritariamente de dos áreas: Miami y Nueva York.

De ambos lados arriban huyendo del aumento del costo de la vida, en busca de un trabajo más tranquilo y un ambiente limpio para criar su familia.

''Mucha gente llega aquí sin familia, vienen solos, y en la medida que nos vamos conociendo terminan haciéndose amigos, y eso nos une'', explicó González, quien vive en la zona hace ya casi 10 años y extraña ''muchísimo'' a Westchester, donde vivía desde que llegó de Cuba como refugiada al inicio de las década de 1960, cuando era sólo una niña.

Pero también llegan directamente de otros países.

Es que, gracias a la industria de la cría de caballos de paso fino, Ocala tiene ya una inmigración que no pasa por las grandes metrópolis estadounidenses. El cuñado de Brioso vino de Colombia y estableció uno de los principales criaderos de caballos de la zona, que abastece los gustos hípicos de estrellas de cine, políticos presidenciables y grandes empresarios. Colombia es uno de los principales países del mundo en la cría de esos equinos.

La semana pasada, Jennifer López y Marc Anthony estuvieron en Ocala mirando caballos, y cenaron en un lujoso restaurante donde el chef, que es anglo, ha tenido que aprender español para atender mejor a sus clientes.

''Nos hemos dado cuenta de esta inmigración directa porque por mi trabajo me he encontrado con todo tipo de gente'', explicó Salas, reflejando cómo el arribo de nuevos inmigrantes hispanos a Marion de cierta manera ha tomado a sus autoridades por sorpresa. ''Esto es todavía un pueblo de campo, no es una gran ciudad; pero de todas maneras, la gente está viniendo y se está adaptando'', añadió.

El Condado de Marion fue fundado el 25 de marzo de 1844, y a partir de ese día comenzó la formación de la ciudad de Ocala alrededor de unas 10 cuadras cuyos restos constituyen hoy el centro de la ciudad.

En esa época, la tierra era barata. Hoy es un poco más cara, pero aún se puede comprar edificios en el centro. ''Que alguien me diga si yo en Miami puedo comprar un edificio frente al tribunal federal, o los dos mayores bancos de acá. ¡Por favor!'', exclamó González, quien además de su negocio de investigaciones ha invertido en bienes raíces.

''El que viene para Ocala no se va más nunca'', precisó González.

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12 agosto 2007

Un legado de unión entre México y Miami

RUI FERREIRA / El Nuevo Herald

Jorge Lomónaco ha sido uno de los cónsules mexicanos cuyo paso por Miami dejó una fuerte huella. Con su trabajo, el país azteca se aproximó más al sur de la Florida. Su mensaje y su cultura llegaron siempre en el momento apropiado, acompañados de un acceso muy poco usual en el mundo diplomático afincado en el condado. Durante su mandato, el consulado adquirió mayor visibilidad con el cambio de instalaciones, se abrió el Centro Cultural y los ciudadanos mexicanos obtuvieron una mayor protección para sus personas y bienes. Antes de partir rumbo a La Haya, como embajador ante los Países Bajos, Lomónaco se sentó a conversar con El Nuevo Herald. A continuación un extracto de sus palabras:

¿Cómo encontró la presencia de México cuando llegó y cómo la deja?

Creo que es un proceso que tiene más tiempo que mi gestión, que tiene por lo menos 10 años, diría. En 1998, Alabama tenía más comercio con México que la Florida. Y además, teníamos el antecedente de que la mayor parte de los miembros de la delegación de la Florida al Congreso habían votado en contra del TLC [Tratado de Libre Comercio]. Entonces, lo que teníamos era un escenario en que las ventajas comparativas, geográficas, de competencia, de capacidad, de la Florida y de México, no estaban siendo aprovechadas ni por la Florida ni por México.

Uno de los puntos de cambio importantes, fue la visita que realizó el entonces gobernador Jeb Bush a México, en junio de 1999, la primera visita de un gobernador de la Florida y hasta la fecha la misión comercial más grande de empresarios norteamericanos, más de 300. ¿Qué significó esa visita? Para mí fue un mensaje muy claro del gobernador sobre la necesidad de hacer negocios con México y, además, de que durante muchos años se habían perdido las ventajas que ofrecía México. De hecho, a raíz de esa visita y de otras siguientes de funcionarios de condados y grupos empresariales, sobre todo de Miami, el comercio ha crecido 160 por ciento y México ha pasado de ser el socio comercial número 15 al número 10, aunque sólo el 2 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos llega a este estado.

¿Y de qué consta ese comercio?

Básicamente lo mismo que se vende y compra en el ámbito nacional: vehículos, manufacturas, productos agrícolas. Precisamente algunos congresistas votaron en contra del TLC por temor a que México representara una competencia, incluso desleal, al sector agrícola de la Florida. Con el tiempo hemos visto cómo se han reinventado los agricultores y hoy en día el segmento gira en torno a las temporadas: Unos meses comemos las mejores naranjas que hay en el mercado, que son las de la Florida, y otros meses las mejores que hay, que son de México.

En otro orden de ideas, en estos años, la población [mexicana] ha comenzado a crecer, empezando con los trabajadores migratorios temporales, que se han establecido permanentemente. Y después con empresarios y ejecutivos, que comenzaron a llegar a fines de los 90. Tal vez la primera comunidad sólida que, digamos, descubrió a Miami para México fueron los judíos mexicanos. Actualmente, hay nueve vuelos diarios entre México y Miami y van repletos.

Un detalle que simboliza este acercamiento es el traslado del consulado en Miami. Antes estaba en un edificio incómodo, detrás del aeropuerto, escondido, si se quiere. Nos mudamos para la US-1, y se abrió un centro cultural, que es una manera de decir que México no sólo tiene una presencia aquí, sino que además estamos orgullosos de compartir nuestra cultura y tradiciones con una comunidad como Miami.

El centro cultural ha tenido unas épocas mejores que otras y la razón no tiene nada que ver con Miami sino con el presupuesto para traer mejores exposiciones. El centro ha sido muy útil para conocer mejor a México y abrir las puertas del mundo cultural, y también del económico, del político y del social.

¿De todo lo que ha hecho aquí qué es lo que le ha dado más satisfacción?

Lo más duro, lo más difícil, fue el problema de los huracanes. Haber podido ayudar a la gente fue quizás lo más satisfactorio.

En estos cuatro años que ha estado aquí la política bilateral ha tenido sus altos y bajos. Hay muchas discrepancias en temas como inmigración y la esfera laboral. Pero dentro de lo que los une, ¿qué temas le gustaría a México seguir desarrollando con Estados Unidos?

Yo dividiría mi estancia aquí en Miami en tres etapas. Los primeros meses del 2003 estábamos viendo los momentos posteriores al debate en Naciones Unidas sobre la invasión de Irak, y vinculado a eso el ambiente inmediatamente posterior al 11 de septiembre [del 2001] donde el tema migratorio desapareció de la agenda nacional. Una segunda etapa es el regreso del tema migratorio, cuando el presidente [George W.] Bush en enero del 2004, reconoce los defectos del sistema migratorio e invita al Congreso a redactar leyes que faciliten la contratación de inmigrantes.

Yo diría que entre el 2004 y el 2006, en Washington se reconoce que la inmigración es un elemento importante de la seguridad y, por lo tanto, el tema migratorio regresa al debate nacional. Con la llegada de Felipe Calderón a la presidencia mexicana, se cambia el énfasis en una reforma migratoria para conceder más importancia a la creación de las condiciones necesarias para que los mexicanos no tengan que emigrar.

¿Pero no está el presidente Calderón en este momento más preocupado por el narcotráfico y el combate a la violencia urbana?

Creo que todo está vinculado. La seguridad en México es un elemento fundamental para la paz, la estabilidad y la generación de empleos, de manera que los mexicanos se queden en México. Ahora bien, para lograr esas condiciones hace falta tiempo, y mientras ese tiempo transcurre es necesario que México y Estados Unidos trabajemos juntos en una reforma migratoria integral. Hay que resolver el problema de los 10 o 12 millones de indocumentados que ya están aquí, y el de los inmigrantes que están por venir, y que seguirán viniendo atraídos por la demanda de la economía norteamericana.

¿Los congresistas que se oponen a la inmigración están chocando con algo inevitable?

Hay un creciente consenso en la sociedad norteamericana de que el status quo es inaceptable, tanto desde el punto de vista humanitario como del de la seguridad. Hay que sacar del mundo subterráneo a estos trabajadores arduos que no vienen con otra intención que la de mejorar las condiciones de vida de sus familias. El Congreso va a tener que atender este nuevo consenso social.

¿Cómo definiría las relaciones del consulado con las diversas comunidades asentadas aquí?

Las relaciones de México con todas las comunidades que se han asentado en Miami tienen que ser relaciones de respeto, de reconocimiento de las diferencias de opinión. Yo diría que la clave es podernos sentar a escucharnos el uno al otro, sin necesidad de que estemos de acuerdo o no en los diferentes temas.

¿Cómo le gustaría que lo recordáramos?

[Risa] Es la pregunta más difícil. Pues, como alguien que trató de dar lo mejor que pudo en condiciones a veces mejores que otras, para ayudar a las mejores relaciones posibles entre el complejo mundo de Miami, de la Florida, con México, con los mexicanos.

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09 agosto 2007

Los jóvenes hispanos se marchan de Miami-Dade

RUI FERREIRA / El Nuevo Herald

Los jóvenes hispanos y negros se están yendo de Miami-Dade, reportó la Oficina del Censo en un estudio de 3,141 condados en el que se enfatiza que ese éxodo ha sido sistemático en los últimos seis años.
Así, entre el 2000 y el 2006, el Condado de Miami-Dade perdió varios miles de hispanos entre los 25 y los 39 años, es decir, el 9 por ciento, pues de 100,000 pasó a 83,000. En términos generales, la población hispana subió 14 por ciento.

A la vez, más del 10 por ciento de sus residentes negros entre 5 y 14 años y entre 30 y 39 años se han ido del condado. En las demás edades, el número de residentes de esa etnia subió 1 por ciento, según el estimado anual de la población minoritaria en el país divulgado ayer por el Buró del Censo.

En contrapartida, en el vecino Broward todas las cifras demográficas relacionadas con minorías muestran un incremento de residentes de todas las edades. De hecho, en ese condado las minorías en general crecieron más del 35 por ciento, mientras que en Miami-Dade la cifra no pasó del 10 por ciento.

En términos nacionales --si bien a partir del 2006 el 10 por ciento de los condados del país era mayoritariamente hispano-- desde el 2000 a la fecha se registró una tendencia a la disminución de residentes jóvenes de minorías.

Aún así, Miami-Dade es el segundo del país por el número de minorías residentes, con 82 por ciento, sobrepasado únicamente por el de Bronx, que tiene el 87 por ciento.

Los expertos manejan varias razones para el éxodo de las minorías en el condado, desde el incremento del costo de vida hasta la falta de empleos.

En un estudio revelado la semana pasada, el profesor de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) Darío Moreno atribuyó al menos tres razones para el éxodo de la clase media afroamericana del condado: pocas perspectivas de empleo, escuelas deficientes y el alto precio de la vivienda.

''El condado está perdiendo su clase media afroamericana. Las cifras son sorprendentes'', apuntó Moreno.

Su estudio, patrocinado por el Centro Metropolitano de FIU, fue una especie de anticipo del presentado por el censo ayer, y concluyó que uno de cada cuatro residentes que deja el condado anualmente es negro. Mientras, en términos de establecerse en el sur de la Florida, la cifra es de 1 por cada 14.

En el informe, pedido por el Plan de Acción del Area Metropolitana de Miami, se constata que el 30 por ciento de los 604 encuestados confirmaron que piensan dejar el condado, y de ellos el 40 por ciento tiene ingresos entre $60,000 y $80,000. Todos piensan mudarse a Broward, Tampa o Atlanta, indicó Moreno.

Lo que sucede, y esto se aplica tanto a hispanos como negros, es que el éxodo tiene que ver básicamente con las condiciones de establecerse en el condado, añadió el experto universitario.

''Es el muchacho que se va a una universidad en otro estado y decide no volver a Miami porque encontró un mejor trabajo en otro lado, sea Atlanta o Washington, D.C. O entonces, tenemos al profesional que se quedó acá, después de terminar la universidad, pero se ha dado cuenta de que aquí no tiene forma de progresar en su carrera'', explicó Moreno.

Otros hallazgos del estudio del Buró del Censo, revelan que:

• La población de Miami-Dade ha llegado a los 2.4 millones y la de Broward a los 1.8 millones.

• En Broward, los menores de 4 años y los adultos entre 40 y 49 son las categorías de edad con mayor velocidad de crecimiento.

• Al revés de lo que muchos piensan, entre el 2000 y el 2006 la población hispana de Miami-Dade creció apenas de 1.3 millones a 1.4 millones.

• La cifra de hispanos entre los 25 y los 39 años en Miami-Dade ha bajado los últimos seis años. Entre los 25 y los 29 años, se fueron del condado 20,000 personas en el mismo período.

• En el condado Monroe la pérdida de población hispana es de un promedio de 25,000 por cada quinquenio.

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08 agosto 2007

Pelearán la intervención federal de la entidad de vivienda

RUI FERREIRA / El Nuevo Herald

El gobierno de Miami-Dade llevará a los tribunales el virtual asalto federal al Departamento de Viviendas de Miami-Dade, aseguró ayer Carlos Alvarez en una conferencia de prensa no exenta de emoción donde comentó lo que es, a todas luces, su primer revés como alcalde fuerte.

''Vamos a pedir una orden inmediata de suspensión de la ocupación [del departamento de viviendas]'', dijo el alcalde.

La razón: ''Estamos verdaderamente convencidos de que podemos administrar la entidad no es una cuestión de egos'', enfatizó el alcalde.

Ayer por la mañana, la Secretaría de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD, por sus siglas en inglés) anunció que en un plazo de 10 días tomará las riendas de la entidad de vivienda del condado porque ``ha demostrado un patrón de irresponsabilidad financiera en la aplicación del [programa] Plan 8 y otros programas de viviendas públicas''.

''Hace meses que, en el ámbito federal, contactamos a los líderes locales con el objetivo de poner la entidad de pie nuevamente. El HUD intentó, sin éxito, que los funcionarios de Miami firmaran un acuerdo de cooperación que nos permitiera trabajar conjuntamente para restituir la confianza de la comunidad en su entidad de vivienda'', dijo el subsecretario de Vivienda Pública, Orlando Cabrera.

En términos prácticos, la intervención implica que el alcalde y el administrador, George Burgess, perderán el control de la entidad, un golpe demoledor a su credibilidad como administradores, y los aparta totalmente de toda decisión relacionada con la administración y el manejo de programas de vivienda pública en el condado.

Según el HUD, la ocupación siempre fue vista como un acto ''de último recurso'', y en este momento ``sería una irresponsabilidad esperar más tiempo''.

Sin embargo, para Alvarez, la cooperación no fue posible por responsabilidad del HUD, el cual ''claramente tras meses de reuniones y discusiones no tiene interés en trabajar junto a los lideres comunitarios'' para resolver el problema.

''Siempre prefirieron culpar al condado. Pues bien, vamos a los tribunales'', acotó el alcalde.

Es más, añadió la directora de vivienda condal, Kris Warren, nombrada por AAlvarez en enero para administrar la entidad, la intervención implica también el cierre del funcionamiento de la entidad.

''Esencialmente, la entidad paralizará todo lo que está haciendo y tendremos una confusión total a nivel de público'', explicó Warren.

La entidad de viviendas del Condado recibe anualmente unos $275 millones en fondos federales para subvencionar programas como el Plan 8.

Al cabo de un pleito de casi siete meses, Washington decidió finalmente ocuparse de la administración de la entidad de vivienda del condado, tras acusarla de mala administración de sus programas, lo cual afectó a unas 25,000 familias, un escándalo que denunció The Miami Herald.

Después de estallar el escándalo, el Condado nombró una nueva directora de la entidad, anuló acuerdos con contratistas cuestionables y reformó algunos de los programas. A raíz de ello, tanto el alcalde como los comisionados insistieron en que se recuperarían del atasco y la entidad de vivienda recuperaría su credibilidad.

''Hicimos todo lo humanamente posible'', aseguró Alvarez.

Incluso al menos tres contratistas fueron arrestados, y ''estoy seguro de que las investigaciones policiales siguen y conducirán a más arrestos'', añadió el alcalde.

El mes pasado, cuando la posibilidad de la ocupación federal apareció sólidamente dibujado en el horizonte,AAlvarez dijo a los comisionados que se enfrentaría legalmente al HUD porque, en su opinión, la entidad condal estaba bien encaminada. Ayer repitió la aseveración.

''Estamos haciendo todo lo que nos han pedido, ¿qué más quieren que hagamos?'', preguntó en una entrevista con WLRN-FM.

El HUD nombró a Donald LaVoy con amplios poderes para administrar la entidad de viviendas del condado, con autoridad suprema y capacidad de contratar y despedir. Según Cabrera, la intención inicial no es despedir a ningún empleado, sino dirigir la entidad.

''Aquí no estamos para castigar a nadie, sino para resolver el problema de la entidad'', agregó el subsecretario de vivienda.

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